Incremento de la participación del estudiante en aula a partir de una mejora en comunicación y trabajo en equipo en la universidad Boliviana.
Vanesa C Sandoval Montes
Diplomante en educación superior
Mayo - 2009
En el marco de la vida diaria universitaria, el aprendizaje de competencias es un referente común para la formación de los estudiantes bolivianos, que poco a poco se va incorporando en la práctica docente en nuestro medio. El principal objetivo de este artículo es proporcionar a los docentes una base metodológica que se adecuada y aplicable en el diseño de la enseñanza universitaria a jóvenes y de actividades diferentes para el aprendizaje de competencias en sus respectivas asignaturas dentro del campo de la administración, pero específicamente generando una mejor comunicación docente-alumno y generando también el trabajo en equipo en aula.
Lo que se expone a continuación es el centrarse en dos competencias para los alumnos que son el trabajo en equipo entre los estudiantes y en su desarrollo en el aula, así como también la comunicación entre el docente – alumno, para lograr mejorar la formación que reciben estos.
Este es un elemento clave y una oportunidad para los estudiantes y docentes en la enseñanza universitaria para desarrollar así sus competencias en el aula, e incorporarlo en su desarrollo profesional, así también, facilitar la consecución de resultados a partir de su participación.
El proceso de convergencia en el que se encuentran inmersas las universidades del mundo y el inicio del proceso en las universidades bolivianas, se da a partir de que se tiene la aspiración de crear un área de educación superior integrada, y superior para ámbitos económicos y sociales. Un elemento fundamental para esto es el trabajo en equipo y una mejor comunicación estudiante-docente de manera que se logra facilitar la consecución de objetivos previstos por ambos, generando así en el alumno liderazgo.
El concepto de competencia adquiere todo su significado ya que expresa lo que el estudiante ha de dominar, comprender y demostrar al término del pre grado, o de cada uno de los cursos que lo componen a través de su participación en trabajo en equipo, por otra parte, permite seleccionar los conocimientos apropiados para determinados fines que tenga el mismo.
Las competencias facilitan la comprensión del currículo y puntos comunes de referencia respecto al nivel de formación alcanzado por el estudiante, sea cual fuera el lugar donde cursó sus estudios.
El estudiante deberá adquirir dos competencias: las específicas o propias de su campo de estudio- y aquellas que son genéricas, comunes para cualquier titulación, llamadas también por esto transversales, la incorporación efectiva a los aprendizajes de estas últimas ha podido extrañar al docente por ser temas no habituales, tales como potenciar la capacidad de comunicación de los estudiantes, entre ellos y con sus docentes en sus participaciones habituales, ayudándoles también a cooperar de forma activa trabajando en equipo para así generar nuevas ideas, somos conscientes de su importancia para formar ciudadanos capaces de actuar como personas y de afrontar sus responsabilidades sociales.
Esta es un reflexión acerca de lo que sucede en la universidad boliviana, en este momento en su conjunto no se detiene en aspectos tales como desarrollar la comunicación y trabajo en equipo en los estudiantes, pareciera que no existe el interés en responder a la sociedad en su solicitud de formar profesionales que contribuyan a su desarrollo, siendo para esto de suma importancia mejorar los procesos académicos, contar con docentes calificados, y ante todo contar con la capacidad de adaptarse a los cambios que se rijan en la población.
Hoy en día se realizan algunos cambios formales en contenidos de la malla académica que son más acordes a nuestra realidad actual, en un mundo que está globalizado y camina hacia el dominio de la información, mismo que puede lograrse a través de una mejor comunicación estudiante – docente y el alentar el trabajo en equipo en aula, eso a para generar profesionales que desarrollen sus competencias logrando así su inserción laboral y la creación en un futuro de más espacios laborales, contribuyendo así a un surgimiento laboral en nuestro país.
El rol del docente es muy importante, puesto que éste busca una educación integral y liderazgo en su estudiante, por ende, su rol es de hacer un profesional crítico de nuestra realidad, y laborioso por mejorarla.
Mientras que nuestra sociedad avanza a pasos gigantescos en el empoderamiento de nuevas formas de apropiación del conocimiento, “en la sociedad del conocimiento, el valor de éste está imponiendo nuevas reglas de juego en el terreno geopolítico, social y económico y aún en los más variados campos de la experiencia humana en general”[1].
Entendemos que las relaciones con la persona se expresan en los procesos de formación que posibilita la institución universitaria orientarlos a enriquecer la socialización del estudiante; a desarrollar la totalidad de sus capacidades; a afinar su sensibilidad mediante el desarrollo de sus facultades; a abrir su espíritu al pensamiento crítico; y a contribuir a su desarrollo moral, movilizado por valores de justicia, solidaridad y autonomía, entre otros sus capacidades; a afinar su sensibilidad mediante el desarrollo de sus facultades; a abrir su espíritu al pensamiento crítico; y a contribuir a su desarrollo moral, movilizado por valores de justicia, solidaridad y autonomía. (Aranda, 2009).
La universidad y sus claustros de catedráticos en nuestro país han estado siempre a la vanguardia de las transformaciones que la sociedad le impone, en sus recintos ha primado como tendencia fundamental el pensamiento crítico, la necesidad del progreso, cuando se trata de los cambios en las formas de pensamiento y de promover la capacidad de los estudiantes hacia estas mismas formas de conducta, pareciese que se no hubiera comunicación y hubiera distanciamiento entre los catedráticos y estudiantes, en virtud de que los primeros tratan por todos los medios de preservar las tradiciones que caracterizan a la universidad, este análisis conduce a la reflexión acerca de que las relaciones entre los docentes y las nuevas generaciones de universitarios confluyen en una situación de tensión entre la necesidad de preservar la tradición y la necesidad de cambios hacia una visión de modernidad.[2]
mientras por un lado se promueven las mejoras para el proceso docente educativo con las mejoras encaminadas a la formación en valores, existen docentes interesados en introducir a los estudiantes a mejorar sus actitudes llevando la teoría a la práctica mediante el trabajo en grupo, este producto sin embargo no está siendo apoyado por las universidades.
Las necesidades con las que los estudiantes ingresan a las universidades bolivianas son varias, muy heterogéneas, la principal su necesidad de adquirir conocimiento, formación pedagógica, liderazgo, y adquirir un título para ejercer es por esto que las universidades deban redefinir su tarea frente a la información que se otorga al estudiante, con relación a sus compromisos con el estudiante. Nuestra sociedad avanza rápidamente en el acceso a nuevas formas de adquisición y adhesión de conocimiento.
La educación superior basada en competencias es aquella que contribuye a enriquecer el proceso de formación intelectual del estudiante, afinando su adquisición de conocimiento desarrollando su habilidad crítica, mediante la mejora de comunicación y participación en equipo; todo esto con el fin de que el futuro profesional en potencia se convierta en una persona apta para insertarse en el mundo laboral. Para la Universidad es un reto formar profesionales líderes, responsables y comprometidos con su entorno social y laboral, demostrando un buen desempeño en su ejercicio.
Cómo desarrollar una mejor comunicación y trabajo en equipo en el aula? Es importante desarrollar las competencias en liderazgo que tengan los estudiantes hoy en día y desarrollarlas aunque la respuesta es un tanto incierta puesto que cada individuo asimila el tema liderazgo en diferentes proporciones.
Al momento las universidades bolivianas no disponen de elementos suficientes como para que los docentes interesados en lograr este cambio puedan comenzar a planificar esta parte de su tarea con el objetivo deseado de incrementar el liderazgo en los estudiantes a partir de una mejora en su participación con una buena comunicación y trabajo en equipo en el aula. para esto resulta de vital importancia que ante todo el docente cuente con competencias interpersonales desarrolladas, puesto que son aquellas que tenderán a favorecer los procesos de interacción social y comunicación con el estudiante logrando el cumplimiento de su objetivo planeado. Otra competencia favorable es la sistémica, usando en ella una combinación e comprensión, afectividad y conocimiento para permitir al estudiante como es que las partes de un todo se relacionan, interactúan y crean interdependencia, esto a través del trabajo en equipo.
Se necesitan abrir espacios para que la sociedad pueda contribuir a construir un futuro esperanzador. Por ello, es urgente crear condiciones para que estos elementos se consoliden en la conciencia de cada individuo.[3]
Las universidades suelen declarar como algo propio su compromiso con la formación integral entendida como “aquella que contribuye a enriquecer el proceso de socialización del estudiante, que afina su intelecto y su sensibilidad mediante la adquisición de competencias intelectuales, artísticas, morales y que contribuye al desarrollo de su pensamiento crítico; todo ello para que el individuo sea cada vez más apto para insertarse con dignidad en el mundo del trabajo y para vivir en una sociedad movilizada por la juticia y el respeto por la diferencia.”[4]
El profesorado se comprometerá con la docencia, cuando la perciba y valore con sentido de proyecto formativo, como un desafío de investigación, creación y reflexión crítica a sus propias prácticas, integrando procesos de autorregulación y autoevaluación como herramientas para diseñar y conducir procesos innovadores. La creatividad, es el alma de las estrategias innovadoras orientadas al aprendizaje, por cuanto es el alumno el que ha de ir mostrando la adquisición de las competencias convenidas en cada una de las carreras (S. de la Torre y V. Violant, 2003).
El conocimiento surge del hacer; la comprensión se construye socialmente y que el aprendizaje es fundamentalmente social y colaborativo. Para formar líderes de éxito en los alumnos se debe tener en cuenta que debe generarse personas capaces de comprender a la gente para que modifiquen sus ideas y actitudes.
La función docente involucra un conjunto de actividades y tareas, en que el participa en un contexto de interactividad, orientado a la formación de personas capaces de transformar su entorno cultural. La función docente se amplia e involucra en fases como la enseñanza activa.
En el mundo globalizado actual es necesario formar profesionales creativos, generadores de conocimiento, que ponga a prueba las teorías y principios de intervención, a sus estudiantes, provocador de procesos en el aula, que alimente el debate, relaciones positivas, capaz de trabajar en forma cooperativa y colaborativa.
Para poder aprender los slumnos de forma colaborativa es necesario crear estructuras organizativas en el aula, conectando conocimientos previos del estudiante con nueva información en el proceso de eduación haciendo que aprenda mediante la resolución de situaciones problemáticas de la práctica. Será posible entonces que la clave de un futuro excelente profesional sea la buena comunicación, cooperación y trabajo en equipo del alumno en aula?
El diseño del aprendizaje de competencias por comunicación y trabajo en equipo requiere determinar cuales pueden seleccionarse en el marco de una titulación, no todas las competencias tienen importancia para el futuro desarrollo de la actividad profesional y por tanto deberá ser dierente el esfuerzo formativo requerido para cada una de las competencias elegidas.
El trabajo en equipo se considera un competencia con un déficit formativo medio, por lo que parece oportuno reforzar el aprendizaje del alumno y de más incorporar al mismo aquellas capacidades que son necesarias para cooperar con especialistas de otras disciplinas, este tipo de enseñanza debería ser habitual en la vida universitaria, esto para evaluar lo aprehendido por el estudiante y apreciar si este alcazó lso resultados de aprendizaje esperados por el docente.
BIBLIOGRAFÍA
· La transversal de la ética en la educación superior boliviana y latinoamericana, Lic. Pablo Aranda Manrique, Magíster en Psicopedagogía de la Educación Superior, CEPIES – Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 30 de agosto de 2004.
· La educación creativa como demanda social en la formación de profesores del siglo XXI, Dra. María Inés Solar Universidad de Concepción.
· El profesorado ante los retos del siglo XXI. Repercusiones en las políticas e instituciones educativas, Francisco Imbernón Departamento de Didáctica Organización Educativa de la Universidad de Barcelona.
· Los aprendizajes de competencias genéricas de los futuros graduados. Ana Isabel Escalona Orcao, Facultad de Filosofía y letras, universidad de Zaragoza.
[1] Castells, M. La era de la Información. V. I. Edit. S. XXI. México, 1999.
[2] La transversal de la ética en la educación superior boliviana y Latinoamericana, Pablo Aranda, Bolivia 2004.
[3][3] Garay, Luis Jorge. Repensar a Colombia. Bogotá. PNUD. 2001.
la Educación Superior, CEPIES – Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 30 de agosto de 2004.
[4] Un amplio desarrollo de esta idea puede encontrarse en: Orozco Silva, Luis Enrique. La formación integral. Mito y realidad. Edit. Alfaomega. Bogotá, 1999. Véase: Informe Dearing. Igualmente, “Boyer Comission´s work. Stony Brook, 2.000.