lunes, 11 de mayo de 2009





PEDAGOGÍA EN LA PRÁCTICA CLÍNICA ODONTOLÓGICA
Dra. Nathalie T. Calderón de la Riva Meza
Cirujano- Dentista
La Paz, 11 de Mayo de 2009



1. INTRODUCCIÓN

Este breve ensayo es una reflexión a cerca del que hacer diario de los docentes de la práctica clínica y como esto trasciende en el desmpeño de competencias del futuro odontólogo.
El docente como educador de las partes preclínica y clínica tendría que ser conciente a cerca de la trascendencia de lo que calladamente realiza día a día, ya que su trabajo es el resultado de su esfuerzo.
El trabajo del profesional en salud como docente resume lo que es como persona, científico, humanista, y docente, su diario camino por el conocimiento lleva implícita una concepción filosófica, y pedagógica, aunque el docente esté o no consciente de ello.
El profesional de la salud presenta una falta de formación filosófica-humanística, ya que en los planes de estudio se presenta todo tipo de materias de orden científico, no dejando ni espacio, ni tiempo para profundizar o medianamente llegar a algún tipo de formación humanística, evidenciando este hecho en la mayoría de docentes que forman






Profesionales que no corresponden a nuestra realidad.
Este ensayo pretende resaltar el rol del docente sobre la trascendencia del hecho educativo, científico y humano en el pensamiento del futuro profesional en función de la salud del paciente.

2. DESARROLLO

La pedagogía como ciencia que se ocupa de la educación, enseñanza y desarrollo, logrando que desde el primer momento del aprendizaje ya se pueda interactuar con el medio.

En odontología, si bien en los inicios de la carrera se imparten materias teóricas es con la convivencia de las acciones de la práctica del quehacer clínico, que despierta la sensibilidad, el conocimiento, la razón y la verdad de las disciplinas que se imparten. Con la interacción que existe en la tríada profesor-alumno-paciente, la que llevan al desarrollo de una disciplina científico-práctica básica para la salud y la belleza del ser humano.

Cuando el estudiante ingresa en la clínica debe poseer los conocimientos teóricos necesarios que permitan demostrar dominio de lo aprendido por medio de la destreza para poder desempeñarse en el área clínica, además de desarrollar la sensibilidad humana que debe caracterizar todo acto médico en el área de la salud.


En la tríada pedagógica de la odontología todos los componentes enseñan y todos aprenden. Por lo tanto es oportuno señalar que todos responden a una misma dialéctica fundamental del conocimiento.


El docente con conceptos pedagógicos claros, que asume la responsabilidad en el momento que el alumno ingresa al periodo de la práctica clínica, entiende que este es el momento de la transferencia de la información, de su experiencia, de su sapiencia de la misma manera que al impartir una clase teórica, tiene que comprender la importancia de lo que realiza si no, no tendrá la satisfacción del buen cumplimiento de su papel pedagógico y odontológico.

Como bien ya se dijo que en la triada profesor-alumno-paciente todos enseñan, todos aprenden, pero en cierto momento ¿Cómo y quién ejerce el liderazgo en la clínica y el proceso de enseñanza en ella? Con toda seguridad afirmo: es el docente, en todo momento, porque si bien él es el acompañamiento, que va a nuestro lado, también es la guía, no por jerarquía si no por respeto y experiencia, que tiene que llevar al estudiante ¿El cómo? deberá ser democrático, escuchar al estudiante, darle confianza, realizar un análisis de cada caso con una actitud objetiva y serena, no perder de vista en ningún momento que él también está siendo observado, escuchar al paciente y abrirse a las informaciones bien fundamentadas.

El respeto y la confianza bien administrada, deberán permanecer en equilibrio, actuar y dejar actuar utilizando psicología. Deberá aprender el arte de ejercer autocontrol y autocrítica, para así también modelar la conducta de su educando, el cual podrá tener una actitud crítica, pero ser respetuoso, aportar soluciones, porque la crítica en sí misma si no aporta, se pierde.


Al enseñar al alumno, toda respuesta tiene que tener un fundamento y explicar siempre donde estuvo la falla, para que la formación del estudiante no se deteriore. Es inquietante el desconocimiento teórico que pueda tener un estudiante cuando realiza un ejercicio clínico, por lo tanto es vital la presencia del experto en el momento de aplicar los conocimientos, el profesor, deberá moldear su propia conducta, así como también contribuir a moldear la del educando, que si bien es cierto, no todos los docentes de la carrera de odontología son egresados en ciencias pedagógicas, su papel dentro del recinto educativo, es totalmente pedagógico, en ningún momento ni circunstancia por mas difícil que ésta sea, deberá olvidarlo.


Tener presente que el rol de docente compete: primero, dominio del contenido, nadie puede impartir lo que no sabe; segundo, ser disciplinado porque él es un modelo de conducta a imitar; y tercero, ser respetuoso consigo mismo y con los demás, (colegas, estudiantes, pacientes).

Aquí más que en otras disciplinas, deberá prevalecer la serenidad de la conducta del líder, la seguridad, porque cualquier error se verá reflejado en el paciente.


Tomando en consideración lo expuesto acerca del conocimiento teórico práctico del quehacer docente en el área clínica, en la carrera de Odontología, debemos aclarar que:


Toda práctica involucra un conocimiento teórico previo o paralelo, cuando un estudiante en su labor clínica no responde a los principios teóricos propios de la disciplina que se le plantean, el docente deberá conducirlo a la revisión teórica antes de proseguir con su formación sólo así garantizará que no se realice una repetición mecánica del acto clínico mal practicada.


Somos conscientes que no todo está resuelto, ya que la pedagogía es una ciencia humana sujeta a cambios permanentes que involucra a la institución, la comunidad, sus limitaciones y su cultura. Es decir una realidad permanentemente cambiante.

Creer que todo está resuelto o se resolverá completamente es un pensamiento ingenuo que no conduce a ninguna parte, si bien es cierto que hemos logrado grandes adelantos, también es cierto que la grandeza de lo humano está en ser capaz de hacer cosas, tratar de hacerlas bien y tratar de mejorarlas, esto otorga el significado a la existencia humana, y nos hace crecer como profesionales, alumnos, docentes.

3.CONCLUSIONES.

El docente deberá reflexionar acerca de la trascendencia de su labor educativa.

El ejercicio docente, supone una constante búsqueda del perfeccionamiento tanto en el conocimiento como en el crecimiento humano.

Apreciar que cada día de trabajo docente, supone una esperanza cognitiva para el estudiante, un beneficio para el paciente y una proyección científica y humana para el docente.


BIBLIOGRAFÍA

1. López, J. Perspectivas de la formación de odontólogos en el contexto de la meta de la salud para todos en el año 2000. Educación médica y Salud.
2. Aranda, Pablo Magíster en Educación Superior “La transversal de ética en la educaión superior boliviana”. 2004
3.Freire, Paulo ”1ra asamblea mundial de educación de adultos”