LÓGICA ANDINA DE
OPOSICIÓN
COMPLEMENTARIA
(Chacha – Warmi)
(Hombre - Mujer)
MSc. Ing. Johnny Rodrigo Chura Huasco
Diplomado Educación Superior
1. INTRODUCCIÓN
El presente documento elaborado para el módulo de “Pedagogía y Didáctica de la Educación Superior” es una reflexión a cerca de lo que sucede en
En la actualidad las instituciones de educación superior se enfrentan al delicado reto de la formación de individuos, su desarrollo personal y social y sus valores y estrategias de convivencia con realidades siempre más plurales, que introducen diariamente nuevos valores y creencias y cuestionan los trasmitidos por
Al reflexionar sobre el sentido de la educación resulta difícil prescindir de los cambios y de la aparente inestabilidad del conocimiento. La educación no se realiza en el vacío, sino en el contexto sociocultural en el que se desarrolla. La realidad no es un simple producto de estructuras o sistemas, sino mucho más: la construcción que de ella se hace en el día a día. Desde dicha concepción, el modelo de sociedad se forma continuamente en función de la interacción de los individuos que
Consideramos que las sociedades actuales tienen que pedir una adecuación de la educación a los nuevos retos y los valores que se presentan, reconociendo la importante función que tiene en el desarrollo de las personalidades que forman parte de nuestra sociedad y, por supuesto, en la creación de valores.
Este documento precisa la importancia de entender nuestro tipo de sociedad, al hacer esta inferencia observamos nuestra Universidad carente de realidad, la igualdad entre los sexos constituye uno de los principales desafíos que, desde ya hace mucho tiempo, se presenta a la hora de construir sociedades justas, democráticas y representantes de valores éticos para la formación de nuevas sociedades del conocimiento.
Puesto que la educación está al servicio de los seres humanos, es importante promover el desarrollo de las capacidades humanas para construir sentido en un contexto crecientemente carente de él. La construcción de sentido, si bien está influenciada por determinantes externos, es función principal de la conciencia de cada ser humano. Esto significa que sea concebido no solo en su dimensión racional, sino que se amplíe esta visión a sus otras dimensiones como la emocional, corporal y relacional.
Ya no es suficiente, aunque sigue resultando fundamental, que la educación proporcione las competencias básicas tradicionales. También ha de proporcionar los elementos necesarios para conseguir una verdadera igualdad en el pleno respeto de las diferencias, ejercer plenamente la ciudadanía, contribuir a una cultura de paz y a la transformación de la sociedad.
El rol del catedrático es de hacer un profesional crítico de nuestra realidad, en una Universidad inserta en nuestra realidad y pertinente en su actuar.
2. HOMBRE Y MUJER
La pareja humana es en los Andes “el microcosmos de la sociedad y el mundo”, pues como indica con gran convencimiento un campesino del norte de Potosí “todo es hombre y mujer” (Tukuy ima qhariwarmi).
Efectivamente, aymaras y quechuas perciben a la naturaleza y a la cultura en términos de opuestos simbólicamente sexuados. Por ejemplo los cerros y la punta son masculinos, en tanto que la tierra, las pampas y los valles son femeninos. También en el plano mítico, el Sol, el Pacha Tata*, los espíritus de cierto cerros y el Supaya** son machos, mientras que la luna, la Pacha Mama, los espíritus de otros cerros y la China Supaya*** son hembras1. Entre los productos andinos, la papa es Warmi (mujer) y el maíz Chacha (hombre)2. Análogamente, dentro de la música nativa hay ciertos instrumentos masculinos y otros femeninos3, e incluso los colores y los números están clasificados según este principio.
Entre hombre y mujer se establece una dialéctica de oposición complementaria: por una parte ambos cooperan entre si y conforman la unidad social, económica, política y ritual básica de la organización andina*.
3. COMPETENCIAS
3.1. Trabajando con competencias
La competencia «no se reduce a un conocimiento o una técnica; no se limita tampoco a una actitud, sino que es una realidad compleja en la que se armonizan de forma a veces muy sutil diversos tipos de elementos. Designaremos con este término una combinación de conocimientos, capacidades y comportamientos que se pueden utilizar e implementar directamente en un contexto de desempeño. En esta conceptualización, las nociones de combinación y de contexto son esenciales. La competencia no es la simple suma de saberes y/o habilidades particulares. La competencia articula, compone, dosifica y pondera constantemente estos recursos diversos y es el resultado de su integración».
1 Cf. Albó 1972.
2 Cf. Montaño 1972, p. 13.
3 Cf. Baumann 1980, p.2.
* Cerro puntiagudo con nevado. Señor, padre.
** Diablo, alma de los muertos.
***diablo en femenino
El saber y saber hacer comprenden un conjunto identificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionadas entre sí, que permiten desempeños satisfactorios en un campo de prácticas sociales clave.
Desde una perspectiva curricular, las competencias se definen como «las complejas capacidades integradas, en varios grados, que la escuela debe formar en los individuos porque pueden ocuparse como sujetos responsables en diferentes situaciones y contextos de la vida social y personal, a sabiendas de ver, hacer, actuar y disfrutar convenientemente, evaluando alternativas, eligiendo las estrategias adecuadas, y haciéndose cargo de las decisiones presas. La integración de las competencias supone "varios grados" tanto en el sentido temporal de sucesivas síntesis que el sujeto va logrando, como en el sentido horizontal, de articulación de las diversas competencias y los saberes y contenidos que ellas suponen».
El trabajar sobre competencias específicas favorecerá la introducción de la perspectiva de género en el ámbito educativo de manera transversal y normalizada. Esto evitará las acciones aisladas y específicas, como son los módulos de libre elección, e integrará la temática de género en el currículum académico del profesorado y del alumnado.
4. UNIVERSIDAD
4.1. Cómo introducir la perspectiva de género en el colectivo docente universitario usando las TIC como apoyo metodológico.
Una manera práctica y sencilla de iniciar el proceso de introducción de la perspectiva de género es la transcripción con lenguaje no sexista de las competencias transversales del profesorado e identificar las competencias existentes con perspectiva de género. Además sería conveniente definir una competencia específica de género y establecer una propuesta de contenidos de género básicos para incorporar al contenido curricular de los formadores.
En esta fase de iniciación las TIC se usan como soporte de la elaboración y distribución de los documentos pertinentes a las competencias y como herramienta comunicativa entre las/os autoras/es del proceso.
Se propone también la formación de un panel de expertos entre el profesorado con el objetivo de su implicación integral en la inclusión de la perspectiva de género en el proceso docente, teniendo en cuenta sus especialidades profesionales particulares, para que ellas/os como formadoras/es de ciudadanas/os que enfrentarán cada día más situaciones complejas y problemas sociales, puedan brindar una formación sólida en valores. El ritmo acelerado con el que la información es recibida sin ningún filtro o verificación es un motivo más para que estructuras estables de valores sean transmitidas en las instituciones educativas. Existe la posibilidad de usar una webquest debido a su sencillez como estrategia didáctica en la que las/os usuarias/os (el profesorado) construyen por sí mismas/os el conocimiento que luego aprenderán y transmitirán a sus estudiantes.
Esta herramienta tecnológica permite trabajar con contenidos que circulan en la red no siempre adecuados para su utilización en los procesos de enseñanza aprendizaje y producen ruidos en
5. CONCLUSIONES
Si el objetivo de la formación es contribuir a que el sujeto mejore sus condiciones de desempeño, entonces debemos desplazar el foco hacia el sujeto que aprende, y recuperar en sus trayectorias laborales y en sus experiencias competencias que trasciendan y atraviesen diversos desempeños a lo largo de la vida y en distintos campos ocupacionales. Desde esta perspectiva, el saber institucional debe combinarse y valorar los saberes de los sujetos. La incorporación de la perspectiva de género a la formación refuerza este enfoque porque ayuda a entender que una persona es mucho más que sus saberes técnicos: es un sujeto, con su edad, su género, su posición familiar, su historia, situado dentro de una comunidad y desde esa situación debe construir su proyecto de formación, de empleo y su proyecto laboral.
Las TIC, presentes hoy en día en nuestros ambientes universitarios, se convierten en instrumentos indispensables para llevar a cabo proyectos donde la comunicación y el trabajo en equipo son el factor de éxito que lleva a cumplir objetivos, en nuestro caso la introducción de la perspectiva de género en las competencias del profesorado universitario.
Actualmente en la educación boliviana se debe integrar los conocimientos de nuestros antepasados (Etnias), conjuncionar con la nueva era, ya que la Educación va avanzando cada día que pasa y tenemos que ponernos a la par del desarrollo Educativo, sin olvidar nuestras raíces, Jallalla Tawantisuyu Marka*. Y no olvidar que el mundo tiene como principio la relación Chacha – Warmi.
BIBLIOGRAFIA
Albó X, (1978) Historia Natural y moral de las Indias. Biblioteca de Autores Españoles, Tomo LXXIII. Madrid.
Montaño A. (1972). Antropología cultural Boliviana, Ediciones Rodríguez Muriel. Oruro. pp. 13.
Baumann M. (1980). Música Andina de Bolivia, Comentario. Centro portales, Cochabamba. pp. 2.
Montes F. (1999). La Mascara de Piedra. Segunda Edición, Editorial Armonía, La Paz. pp. 149 – 157.
Gutiérrez P. (2007). Aymarat Parlasiñani. 3ra Edición. Editorial Lavadenz. pp. 18.
* Que viva el espacio territorial del Tawantinsuyu**.
** Es el espacio territorial que delimitaba desde Ecuador – Argentina, Brasil – Perú, en la época Incaica.